sábado, 11 de febrero de 2017

¿UNA ALIANZA PARA YEMEN O PARA EL PRESTIGIO?




El conflicto que se ha proclamado en Yemen,  más allá de la violencia ocasionada por la diferencia étnica y cultural entre los chiitas y sunitas, ha provocado el apoyo de dos rivales en medio oriente: Arabia Saudita e Irán; además del apoyo de estos dos países a sus respectivas etnias, por parte de Arabia Saudita tiene el apoyo de otros países más como lo son de más países de Medio Oriente, Estados Unidos y Reino Unido, quienes concuerdan en que su intervención es necesaria para parar el conflicto y que es necesario el establecimiento sin demora del gobierno en mano de los Sunitas.

Respecto a la situación en Yemen, vale la pena aclarar dos puntos: Si la ayuda humanitaria es una forma de ejercer influencia y ganar prestigio por parte de la ONU( o más bien el país que encabeza dicha iniciativa) y si, efectivamente una alianza podría ser un intento por mantener el balance de poder o para que un estado o grupos de estados ganen prestigio y mantengan su poder relativo.

Dos ópticas entran en juego, la del realismo neoclásico, en la cual una alianza encabezada por un país para tratar y finalizar el conflicto, sería una fuente de prestigio y poder relativo, sin importar si dicha alternativa es riesgosa; por otro lado, una óptica neorrealista defensiva, identificaría la alianza como una oportunidad para mantener el balance de poder y no permitir que un estado aumente su capacidad relativa de poder con excusa del conflicto.

Respondiendo a la pregunta de si los estados deberían hacer una alianza para detener el conflicto; La respuesta sería sí, los países con mayor fuerza militar y económica, son aquellos capaces de intervenir en un conflicto que ha originado muchas muertas; la cuestión vital es entender cómo se mueven los poderes en torno a esta arena de juego que es Yemen, desde una óptica realista en el sentido amplio, este tipo de situaciones son oportunidades para que los estados ganen prestigio y mantengan su poder relativo, aunque dichas intervenciones no se traduzcan en una finalizacion del conflicto ya que solo Yemen es quien podría llegar a un dialogo y conciliación. 

Con la actual coyuntura internacional que está generando un reajuste en las percepciones sobre las potencias, no solo Yemen sino Siria, se han convertido en arenas de juego para que las potencias demuestren una vez mas quien hace las reglas de juego y quien ya no.





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2 comentarios:

  1. Parece ser que la intervención y la búsqueda de paz por parte de las potencias solo son un medio para encontrar el poder dentro de la región, también un actor importante es Estados Unidos que busca un equilibrio de poder y tener presencia en el zona pero al final como ustedes bien dicen Yemen debe ser quien resuelva el conflicto con dialogo y conciliación.

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  2. Coincido claramente con ustedes en que las potencias mencionadas tienen que actuar en pro del principio ordenador del sistema internacional.
    Estos Estados están actuando de manera racional pues lo que tienen que buscar son estrategias en conjunto para mantener su hegemonía en la region. Ya sea que lo veamos desde el realismo defensivo, donde estas potencias busquen mantener su posición en el sistema internacional o lo veamos desde el realismo ofensivo, donde los estados busquen maximizar su poder con la intervención en este conflicto de las dos maneras les conviene actuar.

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