domingo, 23 de abril de 2017

¿Si una mujer gobernara el mundo, éste sería más pacífico?


La respuesta automática para el feminismo es no, sin embargo, la respuesta correcta, basándonos en la misma teoría, debe de ser "tal vez". Para responder dicha pregunta es necesario tener en cuenta factores como la estructura, el género, la cultura y las instituciones internacionales. La estructura en este sentido es el conglomerado en el cual las otras variables anteriormente definidas operan y siguen una lógica: la lógica de la estructura.


Teniendo este precepto claro podemos afirmar que la naturaleza, o la forma en cómo está configurada la estructura global, es machista. Ésta ha sido forjada por un largo proceso biológico-cultural que le ha permitido a los hombres tener preponderancia y así tomar las riendas del mundo. Por mencionar un ejemplo, las instituciones internacionales operan siguiendo esta lógica, usando el poder para forzar al cumplimiento de ciertas normativas aceptables pero que sobre todo continúen dicha lógica.


La cultura un factor un tanto más trascendental ha dejado como legado inmediato una diferenciación y estratificación entre el valor casi que monetario de las mujeres y hombres (en un mundo que se alimenta con dinero, las mujeres no son rentables); y el género ha segmentado y radicalizado dichos legados culturales que han asignado valor a las actividades que pueden realizar un grupo de personas con características similares.


Continuando con la explicación, es preciso decir que aunque las mujeres estuvieran a cargo del mundo o de los estados más importantes, las cosas no cambiarían, porque la lógica estructural bajo la cual operan está diseñada para ser machista, y definamos de una vez esto: para ser agresiva, competitiva más no pacífica. El fundamento principal para afirmar esto se basa mucho en la psicología política de la líder femenina, la cual es ruda, y en un plano de toma de decisiones opera con lógicas racionales y pragmáticas, tal  como lo haría un hombre. Basta mencionar casos como Margaret Tatcher, Indira Gandhi, Hilary Clinton, Dilma Roussef y como mejor exponente la candidata a la presidencia Marine Le Pen.


Pensar en las mujeres como estatistas con instinto maternal también es machismo.
Algo muy criticado desde la teoría del feminismo hacia otras teorías es la perspectiva que tienen estas sobre el feminismo, en dónde se piensa que se la da un empoderamiento a la mujer que no puede sostener, debido al mal concepto que se tiene de ellas, considerándolas como personas emocionales, compasivas y sobre todo pasivas, siendo incapaces de enfrentar un mundo tan cambiante y agresivo. En caso contrario, el mundo, al ser gobernado por hombres, que por naturaleza son agresivos, se consideraría que estos líderes perderían fuerza ante las mujeres por el desarrollo de sus vínculos afectivos hacia ellas.


Las ideas anteriores son completamente erróneas, pues de acuerdo a la teoría no se trata de debatir si el hombre, por naturaleza, es más agresivo o si la mujer es pacifista. Se trata de debatir la postura de un Estado, que a su vez tiene hombres a la cabeza y que no por ello es sinónimo de que sea un país agresivo. Ambos (hombre y mujer) buscan la participación en la política mundial y su objetivo es contribuir a crear un mundo menos peligroso y eso no puede definirse por el sexo del Jefe de Estado, ni el de gobierno. Sin embargo, debido a una construcción social de una cultura jerárquica en donde, Fukuyama, justificándolo biológicamente, ubica al hombre como un ser físicamente superior en la jerarquía social y como una mujer sentimental que lo único que buscará será establecer la paz en el mundo, sirviendo como ejemplo aquellos países idealistas y capitalistas que, se supone, jamás serán agresivos, la sociedad a creado una idea errónea de lo que es feminismo. Si bien, este no se enfoca únicamente en las mujeres, este mismo estudia al género y con ello comienza a meter más variables en su metodología, como: derechos humanos o pérdida/seguridad civil, haciéndolo diferente de teorías positivistas y enfocándose en ideas y principalmente, en la emancipación de un conocimiento popular erróneo sobre el feminismo.


Finalmente, y complementando lo anteriormente dicho, el mundo sería más pacífico, si los jefes de gobierno/estado, tomarán las decisiones correctas para un mundo mejor sin importar el sexo y género de este. El género en la RI  se utiliza como la forma biológica  de identificar los sexos masculino y femenino, otorgando al primero facultades como poder, racionalidad, fuerza etc., y al segundo  otorgándole características como de un ser protector y débil, dejando a la mujer como el sexo pacífico. Pero si una mujer gobernara el país más poderoso, éste no sería más pacífico, claro que tomaría otro camino y se tomaría acciones y acontecimientos diferentes, pero el ser  mujer no significa ser bueno. El mundo no depende del género, así que el hecho de que llegue una mujer a la presidencia de un país no es sinónimo de paz o prosperidad. Solo hay que ver los casos de Corea del Sur o Brasil... Y próximamente Francia. El tener una presidenta no ha sido muy diferente a tener un hombre en el poder. La lucha por obtener el poder, y sus beneficios, sigue presente como parte de nuestra naturaleza humana, sin importar el género.

sábado, 8 de abril de 2017

¿Deben los países aceptar personas cuya vida corre peligro en su país de origen?

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Desde una perspectiva liberal, la respuesta es sí, el tema de los refugiados se han convertido en un tema transnacional, es decir, algo que los estados no pueden controlar y que definitivamente tienen efecto desde su país de origen al país receptor, pues requieren de atención especializada en ambos países que no cuentan con el dinero suficiente para solventarlo.
La crisis de migración debido a situaciones violentas en el mundo ha planteado quizás uno de los más grandes retos al estado nación en el siglo XXI, es preciso entender que las situaciones violentas y conflictivas de algunos estados han creado ambientes hostiles y de no supervivencia para los habitantes, tal es el caso de Siria.
Afirmando la postura de que los países deben de aceptar a los refugiados. Siguiendo la lógica del cosmopolitanismo, dicho territorio no es un ambiente propicio para el ser humano, y por lo tanto bajo esta lógica los estados deben acoger a los migrantes y brindarles garantías de igualdad, espacios de desarrollo y dignidad, poder para decidir, inclusividad y subsidiariedad.
Todo el mundo tiene un mismo estatus moral en el mundo, es decir, todas las personas al ser importantes deben de gozar una igual consideración de sus intereses. Así mismo, estos mismos refugiados son considerados como una agencia que además de tener poder coercitivo puede luchar por sus intereses sin ningún riesgo o arbitrariedad por ninguna autoridad y pueden gozar de su libertad; respetando así su libertad, los refugiados al correr peligro en su país, deben los demás países reconocer sus derechos y aceptarlos sin importar su cultura, religión o ideología porque el punto es protegerlos.
Aún después de toda la explicación y pensando o enfocándonos en los estados (países) ¿qué sucede con su seguridad? Pensando desde el neorrealismo y de esta búsqueda de la supervivencia en el sistema internacional y su protección. La llegada de migrantes a los países europeos ha puesto en tela de juicio un asunto primordial para cualquier estado nación, la seguridad. Y ante intereses nacionales tan importantes como la seguridad es preciso entender que el estado se resguarde en todos los flancos para asegurar que su población (aquella que está identificada con el estado) se encuentre segura.
El sistema anárquico permea en el comportamiento de los estados, estos deben actuar siempre con racionalidad, buscando siempre preservar su propia seguridad, aun cuando la principal amenaza no es otro estado sino individuos. Con esta estructura anárquica en donde persiste el dilema de seguridad, los países no pueden aceptar a los refugiados porque desconocen las intenciones de otros países.
Cada país debe vigilar por el interés propio debido a que el principio de auto-ayuda obliga a los estados a valerse por sí mismos, de lo contrario no pueden sobrevivir en el sistema internacional. Los estados no están obligados a recibir refugiados ya que es algo que no le compete puesto que hay intereses nacionales que se sobreponen a ello.


domingo, 2 de abril de 2017

Naturaleza humana-cultura



Entre ambos fragmentos no existe diferencia alguna. Comenzando primero por la importancia que se le da a un fragmento y a otro,  es necesario remontarnos a lo que Habermas comenta con respecto a la estrategia de lengua como forma de manipulación y generación de consenso que da legitimidad a una idea. Hablamos de esto porque la idea planteada por grandes científicos de antropocéntrismo, y el lenguaje que se ocupa en ambos fragmentos, aunque hablan de emancipación de alguien superior, para Homero, Héctor es un ser humano honorable, porque todo estudio se debe de centrar en el valor del hombre y en su estudio, mientras que para las hormigas comienzan a visualizarse como un "dato curioso" debido a que solo actúan bajo su naturaleza propia.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta, y a su vez a profundizar en la Teoría Crítica. La respuesta final es que definitivamente no existe una diferencia entre lo natural y la cultura que define el comportamiento humano. De acuerdo a Cox, quien cuestiona el orden existente basado en el materialismo histórico; tomando a este como un cambio continuo en la cultura afecta a la naturaleza humana, el regirse bajo cierto comportamiento respecto al grupo donde nos encontramos o queremos pertenecer, que nos ayude a la emancipación de un grupo superior a nosotros, ejemplificando los fragmentos, la cultura cambiará respecto a los intereses de la misma. Mientras que la naturaleza, sería actuar bajo propia supervivencia sin sacrificarse por la familia (en caso de Héctor) o sobre la comunidad donde habitamos (en el caso de las hormigas).
Creemos que no debe haber una distinción entre naturaleza y cultura. Ambas van relacionadas, podemos mencionar cómo el comportamiento del humano como especie se ve manifestado en la cultura, pues todo lo que sucede dentro de él como un ser vivo, trata de darlo a conocer en distintas expresiones de tipo cultural. Ahora bien, la idea atropocéntrista que basa a todas las interpretaciones es la que le da el cariz de importancia al ejemplo de Homero, el carácter de identidad juega un papel clave para entender porqué nos identificamos más con el ejemplo de Homero.